jueves, 7 de abril de 2011

Rincones..."recónditos": En Zaragoza también se puede vivir bajo tierra

Hace poco Jose Luis Lafuente nos enviaba esta noticia sorprendente:

En mayo de 1928, Santiago Iñigo se construyó una cueva en la calle Sevilla de la capital aragonesa para hacer de ella su hogar. Un hombre de las cavernas en pleno siglo XX.

Pero sus planes eran mucho más sorprendentes. ¡Pretendía convertir su vivienda en un restaurante!
Con su barra americana, sus reservados y lo más curioso...que la entrada desde la calle consistiera en una pirámide de latas de conservas pintadas con purpurina.

Sin duda el bueno de Santiago fue un avanzado a su tiempo. Al final no llevó a cabo su faraónica obra pero su genio queda para la historia de esta ciudad, tan ensimismada en el quehacer de cada día que a veces pasa por alto asombrosas ideas como las del troglodita de la calle Sevilla.

Fuente: Mariano García, Heraldo

1 comentario:

  1. Me encantan este tipo de curiosidades. Me suscribo al blog para ir siguiendolo, enhorabuena!

    ResponderEliminar